No sé si han escuchado el viejo dicho, "no hay nada más peligroso que un hombre con una idea". Bueno, creo que es hora de actualizarlo un poco: "No hay nada más peligroso - o emocionante - que dos enamorados con una idea". Y la nuestra fue abrir una galería de arte en medio de tiempos que harían que incluso los más valientes se retiraran a pintar bodegones en la tranquilidad de su estudio.
Entonces, ¿por qué decidimos, mi esposa y yo, dar un salto de fe tan audaz en estos tiempos tumultuosos? Bueno, por amor al arte, por supuesto. Y quizás, un poco de locura y un exceso de pasión también. Pero, ¿qué es el arte si no la locura materializada en lienzo, papel, arcilla, madera, o bronce?
Somos muy conscientes de que el mundo del arte está pasando por un período de turbulencia. Los artistas se están independizando gracias a que las redes sociales, que se están convirtiendo en las nuevas galerías, la gente está cada vez menos dispuesta a salir de casa para disfrutar de una obra de arte, y resulta que se prefiere invertir en un trastero para guardar todas las cosas inservibles que se compran compulsivamente en Amazon, así que entre la factura del trastero y la de la lista de Amazon, no queda nada para el arte...
Pero, habrá algún truco para que la gente comience a apreciar de nuevo el arte??? Podríamos traerle el arte de manera que no solo aprecien la obra en sí, sino la experiencia que conlleva, para terminar enamorándose de ella???.
En fin, enamorados del arte y uno del otro, decidimos abrir nuestra galería. Un lugar donde no solo se aprecia el arte, sino donde también se puede experimentar de manera única, en un bonito local que lo acompaña. Aunque llevamos muy poquito tiempo, lo estamos aprovechando, ya que desde noviembre del pasado año, cuando creamos oficialmente la galería, hasta ahora, hemos llevado a nuestros artistas a dos ferias, hemos organizado 4 exposiciones colectivas e individuales, tenemos 5 galerías virtuales en nuestro particular metaverso del arte, incorporamos tecnología y realidades virtuales para permitir a nuestros visitantes sumergirse en el arte de maneras nunca antes vistas. Uf...
Por supuesto, en muchas ocasiones nos hemos sentido como esos personajes de las películas que abren un restaurante en medio del desierto. Nos miramos a los ojos y nos preguntamos: "¿Realmente pensamos que la gente vendría?" Pero luego recordamos que el amor por el arte, al igual que el amor que nos tenemos el uno al otro, no se trata de la lógica. Se trata de pasión, de darle rienda suelta a la creatividad y de correr el riesgo por algo en lo que creemos profundamente.
Así que aquí estamos, navegando el mar de incertidumbre con una sonrisa en nuestros rostros y una galería llena de magníficas obras de arte. Sí, es posible que estemos un poco locos. Pero si estar loco significa poder compartir el amor por el arte con otros y crear un espacio donde la belleza y la creatividad puedan florecer, entonces, sin duda alguna, elegiríamos la locura una y otra vez.
Por eso, independientemente de los tiempos que corren, les invitamos a unirse a nuestra aventura. A recorrer nuestras exposiciones, a sumergirse en las historias detrás de cada obra y a experimentar el arte de una manera completamente nueva. Quién sabe, tal vez descubran que también llevan dentro un poco de esa "locura" que nos impulsó a nosotros. Y, en nuestra opinión, eso sería algo realmente maravilloso.